Quién
nos iba a decir que la primavera la disfrutaríamos de manera virtual,
encerrados, igual que los libros que hoy se han quedado en casa y no han tomado
las calles.
Quién
nos iba a decir que en este estado y también de manera virtual podríamos
disfrutar de los libros, de todos los libros y en todos los dispositivos
digitales, a cualquier hora y en cualquier lugar, quién…
Lo
que sí sabíamos, y alguien un día nos descubrió, es que los libros son la medicina sin
receta que nos hace falta en estos tiempos de incertidumbre y ciertos héroes no
dudaron por ello en crear la más efímera de las bibliotecas con un nombre
esperanzador la “Biblioteca Resistiré” llenando así Ifema de ventanas al exterior, de ventanas de vida.
Por
todo ello, hoy más que nunca necesito celebrar la fuerza de las palabras que RESISTEN en tantos libros, de cualquier
género, los mismos libros que no dejarán de acompañarnos, animarnos, emocionarnos, sanarnos
incluso liberarnos y me animan a gritar:
“Leer,
leer, leer, vivir la vida
que otros
soñaron.
Leer, leer,
leer, el alma olvida
las cosas
que pasaron.
Se quedan
las que quedan, las ficciones,
las flores
de la pluma,
las olas,
las humanas creaciones,
el poso de
la espuma.
Leer,
leer, leer; ¿seré lectura
mañana también
yo?
¿Seré mi
creador, mi criatura,
seré lo
que pasó?
El cuerpo
canta;
la sangre
aúlla;
la tierra
charla;
la mar
murmura;
el cielo
calla
y el
hombre escucha.
Miguel de
Unamuno
Hasta pronto,
Vela