jueves, 23 de abril de 2020

"FELIZ DÍA DEL LIBRO"

Quién nos iba a decir que la primavera la disfrutaríamos de manera virtual, encerrados, igual que los libros que hoy se han quedado en casa y no han tomado las calles.

Quién nos iba a decir que en este estado y también de manera virtual podríamos disfrutar de los libros, de todos los libros y en todos los dispositivos digitales, a cualquier hora y en cualquier lugar, quién…

Lo que sí sabíamos, y alguien un día nos descubrió, es que los libros son la medicina sin receta que nos hace falta en estos tiempos de incertidumbre y ciertos héroes no dudaron por ello en crear la más efímera de las bibliotecas con un nombre esperanzador la “Biblioteca Resistiré” llenando así Ifema de ventanas al exterior, de ventanas de vida.

Por todo ello, hoy más que nunca necesito celebrar la fuerza de las palabras que RESISTEN en tantos libros, de cualquier género, los mismos libros que no dejarán de acompañarnos, animarnos, emocionarnos, sanarnos incluso liberarnos y me animan a gritar:

“Leer, leer, leer, vivir la vida
que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
las cosas que pasaron.

Se quedan las que quedan, las ficciones,
las flores de la pluma,
las olas, las humanas creaciones,
el poso de la espuma.

Leer, leer, leer; ¿seré lectura
mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
seré lo que pasó?

El cuerpo canta;
la sangre aúlla;
la tierra charla;
la mar murmura;
el cielo calla
y el hombre escucha.

Miguel de Unamuno


Hasta pronto, Vela

lunes, 6 de abril de 2020

"YO ME QUEDO EN CASA"

“Malos tiempos para la lírica” cantaban aquellos y hoy más que nunca esa lírica nos ha demostrado que es la gran vía para sobrellevar estos días de confinamiento aunque en mi caso reconozco que no me concentro. 
Volverán las ganas de leer y las reseñas pero el esfuerzo ahora va en otra dirección donde no me olvido del agradecimiento diario en forma de aplauso que recorre las calles y me conmueve y me lleva a compartir una preciosa rima de un poeta - que celebra su 150 aniversario - y supo ilustrar mejor ese sentimiento que todos proyectamos en forma de aplauso para que llegue a muchos, a todos los pequeños y grandes héroes anónimos.


III

“Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman;
el cielo se deshace en rayos de oro;
la tierra se estremece alborozada.
Oigo, flotando en olas de armonía,
rumor de besos y batir de alas;
mis párpados se cierran…¿Qué sucede?
¡Es el amor que pasa!”

“Rimas”, Gustavo Adolfo Bécquer

Hasta pronto, Vela.