Tenía
María Dueñas su Misión particular y
era lograr en sus lectores el Olvido
de su anterior libro “El tiempo entre
costuras” para que pudieran adentrarse en este nuevo tan esperado.
Nos
presenta esta nueva obra a Blanca Perea, esposa, madre, profesora universitaria
pero sobre todo ello luchadora, como nos muestra el bagaje vital que iremos
descubriendo en estas páginas. En la vida de Blanca, todo va a dejar de tener
importancia cuando descubre el engaño de su marido quien nuevamente enamorado
decide abandonarla. La nueva realidad que se impone en su vida aparece en un
momento donde necesita reflexión y búsqueda de nuevos motivos para continuar.
La salida de Blanca es la huida, alejarse y acepta para ello una beca de
investigación que la llevará a tierras californianas.
Comienza
así, una nueva etapa en la vida de Blanca Perea donde la acompañarán otros
personajes como Rebeca Cullen, Luis Zárate y Daniel Carter, alumno del profesor
Andrés Fontana, personaje sobre el que versará la investigación de Blanca. La
historia personal que vivieron profesor y alumno nos trasladará a un pasado de
esta nuestra España llena de tradiciones y contradicciones. Me gusta
especialmente esta parte del libro, donde veo además un homenaje a los docentes
capaces muchas veces de contagiar a sus alumnos con sus pasiones.
El
alumno de español, contra toda oposición familiar, viajará a España para realizar
su tesis sobre Ramón J. Sénder y mostrarnos una España llena de tradiciones.
Aquí, mi imaginación voló hacia un libro leído hace muchos años, “La tesis de Nancy” del gran Ramón J.
Sénder que también retrató una España con una gran ironía y notas cómicas.
Sin
embargo, la recuperación de la memoria de Fontana mostrará que buscó algo más
en tierras californianas, buscó la huella española de los frailes franciscanos
en una California árida y desconocida. Toma así el libro tintes históricos que
no esperaba en absoluto y me han gustado.
No
es un libro con tanta acción como el anterior pero escrito de forma sencilla y
envolvente, muy al estilo de la autora.
Aunque
el ritmo me ha resultado bastante lento y me ha costado meterme en la historia,
los saltos al pasado, el recuerdo de aquella España y el descubrimiento de las
misiones franciscanos en California me dibujan un buen recuerdo de este libro. Creo
que seguiré la pista a las próximas historias que salgan de la pluma de María
Dueñas.
Vela.