Editorial: PLANETA
Año de Edición: 2013
Nº páginas: 328
ISBN: 9788408030690
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Me
apetecía mucho volver a leer a Javier Sierra, siempre acercándonos a historias
misteriosas, sorprendentes que nos plantean dudas, preguntas y ganas de saber
mucho más, qué bueno encontrar todo esto en la lectura de un libro.
Esta
vez el autor nos lleva de la mano a uno de los museos más importante de nuestro
país, el Museo del Prado, y como ya hiciera en su novela “La
Dama azul” el protagonista no es otro que el propio Javier
Sierra, en este caso cuando aún era estudiante de periodismo en Madrid en el
año 1990 y ya comenzaba a interesarse por temas nada convencionales.
Nuestro
joven Javier era por entonces un visitante asiduo del museo y cierto día es
interrumpido por un misterioso hombre mientras contempla el cuadro de La Perla. A partir de este encuentro
comenzará un relato donde ambos, Javier y El Maestro, nos llevarán de la mano
para mostrarnos los misterios que encierran ciertas obras pictóricas del museo.
Con
este argumento sencillo y ese toque de misterio que el autor dota a los
encuentros con Luis Fovel, El Maestro, Javier Sierra va descubriéndonos
historias y misterios que envuelven a las obras que nos dejan absortos y
embebidos en el relato. Y así, a través de 16 capítulos vamos visitando obras
de pintores como Rafael Sanzi, Boticelli, Tiziano, Juan de
Juanes, Murillo, Brueghel el Viejo, El Greco y como no podía
faltar la inquietante obra de El Bosco “El
jardín de las delicias”.
Lo
más inquietante, y quizás sea lo que a mí particularmente me enganchó más a la
lectura, es que se trata de obras de pintores reconocidos que trabajaron a las
órdenes de la Iglesia y la Monarquía porque el autor no sólo nos señala los
misterios de las obras pictóricas sino que además, nos recuerda quienes fueron
los mecenas que estaban detrás de estos encargos. No podemos olvidar que se
trata de una época donde la pintura era un oficio y estos lienzos estaban subvencionados
por personajes de la Iglesia, la monarquía como Carlos V ó Felipe II,
escritores y políticos. Y ellos, se atrevieron a cuestionar las creencias
dejando constancia en sus pinturas a la vista de todo aquel que quisiera
contemplarlas durante todos estos siglos.
En
definitiva, se trata de una novela que te atrapa y se lee de forma amena aunque
como podrá advertir el lector está repleta de datos, curiosidades y fechas que
obliga a leerla con cierto detenimiento.
Por
último, destacar la cuidada edición que ha realizado la editorial Planeta que
incluye imágenes de las obras a las que el relato va haciendo alusión, lo cual,
hace que el lector teniendo delante la reproducción del cuadro pueda implicarse
más en el relato.
Hasta
luego, Vela.
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