Aunque
sólo sean unos días, descansar, parar y desconectar de esa rutina diaria
¡sienta tan bien! que cuesta volver a ella. Pero aquí estamos para seguir
“descubriendo” aquellos libros que por azar pasan por mis manos y leo para
viajar, sentir, saber….
El
libro que llega hasta aquí fue escrito y publicado hace ya algunos años y
después de leerlo no entiendo cómo dejé pasar tanto tiempo ¿no os pasa?.
Los primeros textos que leí de su autor Manuel Rivas fueron relatos y quedé atrapada de su prosa poética capaz de hacernos percibir, sentir, tantos detalles sin necesidad de recurrir a excesivas descripciones.
Los primeros textos que leí de su autor Manuel Rivas fueron relatos y quedé atrapada de su prosa poética capaz de hacernos percibir, sentir, tantos detalles sin necesidad de recurrir a excesivas descripciones.
Nos
acerca Manuel Rivas en esta novela a la historia de Daniel Da Barca, médico
republicano encarcelado durante la guerra civil, condenado a muerte en dos
ocasiones y exiliado en México hasta el año 1975 que vuelve a Galicia donde
vive con Marisa, su amor de toda la vida. Conoceremos su historia porque un
reportero decide entrevistarlo y esto marcará un punto de partida para conocer
otro personaje fundamental, el teniente Herbal, carcelero y vigilante de Da
Barca, que a su vez contará su historia a María da Visitaçâo, prostituta del
local donde trabaja.
De
esta forma, entrelazando ambas historias, el autor nos acercará a ese periodo
de nuestra historia denunciando el esperpento, el escenario absurdo de un país
lleno de violencia con personajes alucinados, desgraciados, que matan porque
tienen que matar y no se preguntan las razones como el teniente Herbal, verdugo
al que acompañan sus fantasmas.
Concretamente
le acompaña la voz de su última víctima, un pintor republicano del que heredó
el lápiz de carpintero que siempre llevaba en su oreja. Como si el lápiz se
hubiera convertido en un transistor, en su conciencia, le hablará en sus largas
noches en las prisiones y descubriremos así, la complejidad del teniente
Herbal, personaje frío que en realidad es todo lo contrario está lleno de
sentimientos y remordimientos. El asunto del lápiz, ese elemento fantástico, me
despistó pero a medida que avanzaba en la historia la habilidad del autor
consiguió situarme en su mundo donde Meigas y Santa Compaña pueden concurrir
con los presentes de forma natural.
“El lápiz del carpintero” resulta así un libro sutil pero a la vez difícil y muy
duro, que una vez leído, cerrado, comienzas a reflexionar y a enriquecerte con
todo aquello que el autor te ha contado en sus páginas, esa vida que continúa
en la sinrazón de una guerra.
Hasta
luego, Vela.
Parece interesante. Lo añado al listado de libros pendientes de ser leidos.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Un saludo
Miguel
http://seisreinos.blogspot.com.es/
Espero que disfrutes con su lectura, ya me contarás...
EliminarSaludos, Vela.
Una pregunta vela, donde lo puedo leer por internet? Porque no lo encuentro en ninguna libreria y queria leerlo por internet, si sabes algun link , me lo podrias dar? Gracias.
EliminarNo conozco ningún link, has probado en la web de la editorial?, si averiguo algo más te lo comento...
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