¿Cómo
va la semana?, muy complicada en según qué zonas pero no os asustéis aparezco
por aquí para hablaros de letras y no del tiempo. Pues dicho y hecho – ya me
entendéis - os traigo un nuevo comienzo de un libro divertido, positivo y lleno
de energía que resulta optimista desde su portada. La historia comienza así:
Olivia es nombre de
ángel
En el barrio nadie se
ponía muy de acuerdo sobre cuánto tiempo llevaba allí. Pregunté a los camareros
de la taberna de La Dolores y aseguraban que muy poco, sin embargo los de Casa
Alberto tenían la certeza de que llevaba toda la vida.
En lo que todos
coincidían es que El Jardín del Ángel llevaba al menos dos siglos siendo una
floristería y llamándose así, quizá porque siempre había residido uno en él y
simplemente iban cogiéndoles el relevo. Cuando Olivia se marchara la sucedería
otro ángel con otra misión. Eso estaba claro. Daba igual a quién preguntaras,
para los vecinos del barrio era como si Olivia siempre hubiera estado allí y
aquella verja y sus flores hubieran brotado alrededor de su persona en algún
momento del siglo XX.
¿Os
suena?, ¿lo habéis leído?, me parece muy apropiado este título para este mes de
marzo y tenía muchas ganas de reseñar éste libro…cuánto misterio ¿no? Pues ya
sabéis en unos días lo resolvemos todo.
Hasta luego, Vela.
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